Estudio de la personalidad

17.10.2012, 16:54

El epílogo de las groserías del Italiano llevó al límite de la moralización la octava serie. Un diálogo razonable entre las personas acompañantes en presencia del médico jefe no se logró establecer. Los participantes generalmente proponen tres opciones relacionadas con el comportamiento provocativo del Italiano. El primer método es de tanto temperamento como Anatoly mismo. Tres meses tras las rejas en una cárcel, le bastan para catalogar el comportamiento del Italiano como que no se corresponde con la frase “los seres humanos no actúan así”. En los momentos más candentes reconoce que él mataría al Italiano, y considera que es necesario expulsarlo del  proyecto. "Odio esto", - comenta con una  emotividad excesiva.


Los pómulos reducidos de Anatoli se ven justo enfrente de la contrariedad de la presencia y del deseo de la  inexistencia de Victor Malleker. Víctor, sin darse cuenta de ello, hace un llamado a todos  de no responder por sus fechorías. Así como también recoger sus pertenencias e irse, porque no está claro cómo mirarles a los ojos, después de poner todo el  grupo en su contra. En episodios anteriores, Victor estuvo a punto de suicidarse, darse un tiro, siguiendo el consejo de su padre, arrojarse al río Rin, ahorcarse dada la desesperanza y la desesperación que tenía, irse y no verse, preferiría una ejecución pública. La tendencia de  suicido está dada por la imposibilidad de resolver los problemas, y en el centro de este conflicto está Victor. No es sorprendente que el Italiano no le haga caso.


 

La tercera y probablemente la opción más pacífica para tratar con el  Italiano, es preguntarse: "¿Y quién juzga a quién?" .A él lo apoya por increíble que sea Gleb, quien no se ha apartado del problema como de costumbre: "La mitad piensa así, y la otra mitad no sabe que…. "-  y si de repente se ve metido en un juicio en el balcón de una de las salas. El linchamiento llega e indiscutiblemente lo que se ha dicho ya antes cae bajo signo de interrogación. Al igual que una conversación seria, bien pensada, clara con los “parientes dependientes a las drogas” llega hasta tratar de esclarecer quien es una “persona educada” y quien es un “analfabeto”. Cabe destacar que los participantes fueron capaces de evitar el sentido de la conversación, pasando el tema a la confrontación entre ellos. 

 

El nuevo formato del programa de telerrealidad pasa a ser una observación critica en el campo de visión del catedrático Nazaraliev,a quien en definitiva de cuentas le hacen sus apelaciones los personajes involucrados en el conflicto. "El Italiano no consumió drogas, y por el hecho de que pudo dejarlas de consumir, lo dejaremos llegar a la final", - dice el catedratico. Sin embargo, no está claro, ¿si el Italiano pasará la etapa final del tratamiento “Mindcraftingi” o si el concilio médico le denegará la peregrinación y la terapia de estrés energético? Sea como sea, con todos los participantes, se dirigirá al lago Issyk-Kul, donde hará un estudio detallado de la personalidad de cada uno de ellos.
 

"Ya él tiene, hablando en sentido figurado, la tarjeta amarilla", - dice el catedratico Nazaraliev. "El programa Mindcrafting como que" sopla "toda la voluntad humana, -, explica. – Puede que le llegue la inspiración”. La inspiración la esperan y otros héroes, pero el Italiano, al parecer se le ha adelantado al resto en esto - se queja de que el productor del programa de telerrealidad  pone las reglas después que estas han sido violadas . Pero haciendo hincapié en la cámara, lo hacen todo evidente, por lo  que el conflicto no llega a irse lejos. Acaso había que haber complicado tanto todo para que al Italiano le dijeran: "Tú eres un bravo ", cada uno decide por sí mismo. Por lo menos, una salida moral universal, ninguna de las partes involucradas no ofrece.
 

Al final de la serie a los héroes del proyecto los llevan a Tashtar-Ata y les explican su importancia para los peregrinos que padecen de la dependencia a las drogas. Esto marca la transición a la segunda fase del tratamiento psicoterapéutico. Los médicos fisiólogos serán reemplazados por los psicólogos  y enfermeros, pero esto no quiere decir que a los participantes les vaya a ir mejor. Anatoly hace una analogía con un cohete espacial y no sin dejar de sentir placer, habla de la primera sección que se desprendió. En las laderas de la montañas, según el principio de metáforas cognitivas  los héroes buscan  piedras  de forma similar a su estado interno y a la altura del peso de su enfermedad. Tales piedras en el método del catedratico Nazaraliev  se les llaman "piedras del alma", y el  trabajo que se lleva a cabo con ellas se le llama terapia de las piedras.


 

Gleb, encontrando su propio "recipiente", le preguntó a Ekaterina: "¿Te gusta mi piedra?", lo que se puede entender como "¿Yo te gusto atí?" .Al final de la primera fase en Gleb se despierta la necesidad de estar en sociedad  y el deseo de gustarle a los demás. Además a Gleb se le da de una forma más fina y sencilla hablar sobre el sentido de la piedra y el trabajo a realizar con ella: "Todos mis pecados están aquí. Es por eso que ella me eligió a mí. Y luego voy a romperla, y en ella habrá diamantes. Hay una oportunidad, pero pequeña. "

Uno puede, cuanto quiera practicar en la forma de sufí el arte de la interpretación, ¿pero, que son  los diamantes, sino más que una metáfora del estado limpio de la conciencia después de la rehabilitación? Anatoly corrige a Gleb: ¡ "Hay una oportunidad, y muy grande!"

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